Peso: 105,600 kg
Ganancia:(- 1,600 kg)
Ganancia total:(-15,200 kg)
Fecha de inicio: 21.01.09
Hace 8 días que no escribo, he ido a los tropezones en la bajada, no por la dieta sino porque la balanza me ha regalado 1 kg de subida sin motivos para ello y luego se ha desprendido lentamente del mencionado amiguito. Me lo tomé con calma, me enojé, me volví a calmar pero lo más importante: seguí haciendo lo que tengo que hacer. Aunque tuviera bronca, aunque no entendiera. Seguí. Aprender a tolerar las frustraciones sin recurrir al alivio de la comida me cuesta pero lo estoy logrando. Y me gusta mucho la sensación.
Cal y arena
La buena: sigo al firme
La no tan buena, más bien anecdótica: otro episodio de esos q más vale olvidar pero que igual les quiero contar.
Protagonistas: mi tío V (paterno), B (compañera de trabajo) y yo
Narratio:
Estoy yo con la cabeza gacha sumergida en una facturación engorrosa cuando siento unos pasitos y miro, allá viene mi tío bamboleándose luego de una caída de hace unos meses, con bastantes años encima. Vive en el campo, cada tanto viene a la ciudad y pasa a saludar. Siempre me costó el diálogo con mi tío, el es muy parco, casi hosco diría yo y yo por ser la menor (y con años de diferencia), sumándole mi característico despiste, no sé mucho de sus nietos, ni bisnietos así q cuesta conversar y (casi) siempre me he esforzado en sacar temas y temas de la nada para llenar el tiempo de su visita.
Me acerco, doy la vuelta al mostrador para saludarlo mientras escucho que le hace un comentario ininteligible a B, mi compañera, y mantenemos este mini diálogo:
Tío V: no pensé que fueras a dar la vuelta!
M: Tío, como andás? qué le dijiste a B?
Tío V: nada, un chiste (risas)
M: Algo le dijiste, que fue? (sonrisas)
Tío V: que no pensé que fueras a dar la vuelta
M: no, antes de eso, dale, que le dijiste? (insistente, no? algo me decía que lo averiguara)
Tío V: no, nada, le dije que "esta gorda ni se puede mover"
Vuelvo atrás del mostrador mientras digiero lo que escuché...
M: ah, no te preocupes, es muy común, estoy acostumbrada, aunque en qué lugar la pusiste a B, pobre, que querías que te contestara? (apenas la conoce, la ha visto 1 o 2 veces)
Tío V: quería molestarte, hacerte enojar, pero si todo el mundo lo dice no vale la pena. (?)
M: sí, llegaste tarde, lamentablemente es algo que tengo que soportar pero bueno, que le vamos a hacer, la gente es así.
Tío V: bueno, como anda tu padre? tu madre? tus hermanos? etc etc
M: todos bien. La niña más pequeña de C estaba un poco enferma (tiene 1½ años y tiene problemas desde el momento del parto que fue bastante traumático), se está recuperando, estuvieron bastante preocupados porque tenía bajo peso pero está saliendo adelante.
Tío V: Bajo peso no sé cómo, si los 2 padres son gordos (no es así pero bué)
M: para seguir en la línea, no? ya que estamos otro comentario más... Gracias a Dios se está curando.
Tío V: y tu padre? yo lo quería ver...
M: no viene, está trabajando en D, si lo querés ver tenés que arreglar previamente con él porque sino es difícil que lo encuentres.
Tío V: sí, debe ser que no los quiere ver a ustedes
M: Sí, debe ser eso, no nos quiere ver porque estamos gordos.
Tío V: si, por eso. Bueno me voy a seguir dando vueltas por ahí
M: que te vaya bien, saludos a la familia (ni pensé en darle un beso, bajé la vista y de vuelta a lo mío)
Tío V:(da la vuelta, me da un apretoncito en la nuca y un beso en la frente) bueno, chau
M: chau tío (me faltó agradecerle por venir)
Acotaciones:
Entre las múltiples perlas de este diálogo flotaron largos silencios solo interrumpidos por el tecleo en la máquina de calcular y el ruidito de la impresora.
Pseudo Teoría:
Por supuesto que no me quería molestar a mí ni hacer un chiste que me enojara a mí como dijo.
La destinataria del comentario no fui yo, y si me dijo lo que había dicho fue porque lo presioné y porque B estaba presente así que tampoco podía mentir.
Los comentarios posteriores fueron, creo, como para no bajarse del caballo. Algo así como hablodeltemaperonoporvosenparticularsinoporqlohablonomás.
Consecuencias:
Me angustió el sentirme tan poco querida y no entender cuáles sentimientos hacia mí podían llevarlo a hacer esto. Me angustió la actitud más aún porque vino de un familiar, de una persona que se supone está de tu lado y no se dedica a burlarse o a menospreciarte a tus espaldas.
Luego estuve pensando en esa necesidad que tengo de sentirme querida.
Luego lo mandé a la mierda interiormente, como debí haberlo mandado en ese momento.
Al día siguiente lo volví a ver y lo saludé cordialmente pero sin darle corte en absoluto.
Conclusión:
Anécdota familiar, cuyo sabor se va a ir diluyendo en el tiempo igual que los kilos que tengo de más. Hacer catarsis ayuda.
Y sigo mi camino